Tema: Estado español
Categoría: Noticias
"Compañeros de UGT y de CCOO: os pido hoy aquí solemnemente y directamente el apoyo a nuestras candidaturas en los municipios, porque tenemos que crear un frente de verdad frente al neoliberalismo". Hasta ahora, Cayo Lara nunca había formulado una apelación tan directa a los sindicatos. Una afirmación poco dada a ambigüedades. Y lo hizo ayer domingo, en un mitin contra la crisis y contra "las políticas de derechas", ante unos 700 simpatizantes de Izquierda Unida. No era aquel además un lugar desprovisto de simbolismo, ni una frase hueca tirada delante de la militancia: el acto ocupó el salón de actos del auditorio Marcelino Camacho de Comisiones Obreras, en pleno corazón de Madrid, y allí, en la primera fila, tenía sentados a Ramón Górriz y Toni Ferrer, números dos de CCOO y UGT. "La salida sólo puede venir por la izquierda social, la izquierda política y la izquierda sindical. Tenemos que crear un muro frente a las políticas neoliberales que está aplicando erróneamente el Gobierno de [José Luis] Rodríguez Zapatero y que castiga a los 11 millones de votantes que le dieron su apoyo en las últimas elecciones generales", vociferó.
El reclamo no es más que un paso más en un largo viaje de convergencia de IU con las centrales, intensificado en el último año durante la I Asamblea de Refundación y con la huelga general del 29 de septiembre. La federación ambiciona convertirse en la "referencia" política de la izquierda española, y para ello también necesita de la ayuda de los sindicatos, con una militancia numerosa y sólida. Por eso se explica el mensaje de ayer. A fin de cuentas, buena parte de los afiliados a UGT tienen carné del PSOE, el partido que se ha sumido, según la lectura de IU, en una "derechización creciente".
A la petición expresa de respaldo a los sindicatos, el auditorio respondió con una intensísima ovación. Lara, a cambio de ese empujón, prometió a CCOO y UGT el "apoyo pleno, sin matices, sin titubeos" de IU a las próximas movilizaciones de las centrales –15 y 18 de diciembre– y a su campaña de recogida de firmas para revertir la reforma laboral. Con ellos se comprometió a "generar un modelo alternativo al neoliberalismo que representan PP y PSOE, con la alianza de PNV y CiU".
Lara invitó a los sindicatos a participar en la elaboración del programa de IU para las próximas elecciones autonómicas y municipales de 2011. La "hoja de ruta", como explicó, está clara: IU se fijará en los cuatro millones de parados, los desahuciados, los pensionistas, los trabajadores que ven recortados sus derechos, los desprotegidos tras la eliminación de la ayuda de los 426 euros, los inmigrantes y aquellos que quieren "recuperar la democracia" y recuperar la memoria de los represaliados en la Guerra Civil y el franquismo. "Sois de los nuestros y nosotros somos de los vuestros –afirmaba Lara ante el plenario–. Unos seresmos más o menos rojos, más o menos verdes, más o menos verdes, más o menos republicanos, más o menos radicales, más o menos moderados".
El coordinador presentó IU como esa fuerza que mejor encarna el espíritu de la mayoría de la sociedad, aunque los ciudadanos no tengan en principio esa percepción: "En la calle muchos no saben que son de los nuestros". Y ahora que se acercan los comicios, Lara recordó que la federación, en aquellos sitios donde cogobierna con el PSOE, no es "responsable de la crisis". "Nosotros formamos parte de quienes sufren la crisis", explicitó, compasivo.
- Las "falacias" socialistas.
El PSOE dio el sábado el pistoletazo de salida a su precampaña de las elecciones de 2011 con los lemas La salida social, Convicción y determinación y El esfuerzo de todos. A IU le pareció una provocación. "¿No os suena eso? ¿Hasta el eslogan de la campaña de IU nos tienen que robar en estos momentos de debilidad?", inquirió Lara, irónico. Con el mensaje de los socialistas, el líder compuso su propio fresco. Primero, el Ejecutivo reconoce una verdad al asegurar que "ha hecho lo que tenía que hacer, pero le faltó añadir que ha hecho lo que tenía que hacer para la banca, los especuladores, los mercaderes, los 37 [por el grupo de grandes empresarios que acudieron a la Moncloa a entrevistarse con el presidente del Gobierno]". En los otros dos reclamos, Lara no halló más que "dos mentiras". No hay "esfuerzo de todos", porque los socialistas están aprobando medidas "a costa de los trabajadores y a favor de la banca y los poderosos". La otra "falacia" es el subrayado de "la salida social", y "no lo es", a juicio del coordinador, recortar los salarios de los empleados públicos, congelar las pensiones, privatizar Aena y Loterías del Estado o dar curso a los Presupuestos "más antisociales".
Zapatero, con esas "políticas de derechas" y su rechazo a cambiar la Ley Electoral, "puede llevar al Gobierno al PP, sin que haya hecho ningún mérito", bramó. De hecho, para IU los únicos tres "méritos" que hay que reconocerles a los conservadores son su propuesta de "bajar los impuestos a los más ricos", "no enseñar su programa electoral" y el caso Gürtel. "Había que invitar a los ciudadanos a que no les dejen estar cerca de la caja, porque tienen la mano muy larga estos del PP", remachó.
No era el momento, lógicamente, para alusiones a cuestiones internas. El líder las tocó tangencialmente para felicitarse de la remodelación de la ejecutiva federal, culminada un día antes, y que logró un apoyo abrumador, del 87,5%: "Seguimos en consenso, en acuerdo, en cumplimiento de nuestra IX Asamblea, y así vamos a continuar, buscando la unidad, la apertura, el entendimiento, porque este país necesita mucho de eso en este tiempo difícil".
El último mensaje que ayer lanzó el coordinador se encaminaba a la superación del "desfallecimiento", la apatía, la desmovilización. Para animar a los suyos, recurrió a las últimas palabras de Marcelino Camacho, que su viuda, Josefina Samper, reprodujo en el adiós al histórico líder de CCOO, el pasado 30 de octubre: "Si un día caemos, nos levantamos e inmediatamente volvemos a caminar para seguir luchando". La frase fue prologada por unos segundos de sepulcral silencio y seguida por un imponente aplauso.
- El 'recuerdo' de Valeriano Gómez.
Antes de Lara intervinieron Ferrer y Górriz. El primero trazó un discurso más frío, pero igualmente rotundo contra un Gobierno que "ha renunciado al diálogo social" y contra una Unión Europea que cada día parece más un "cíclope con un ojo que mira sólo a la derecha". El secretario de Acción Sindical de UGT llamó a no caer en la "resignación", a salir y a la calle y a movilizarse. "Si el Gobierno no cambia sus políticas, el futuro inmediato va a ser de conflictividad", avisó.
Ferrer tropezó con la interrupción de un asistente. Cuando relataba cómo PSOE y PP habían entrado en un "concurso" por las rebajas fiscales, y que hacían que el Estado perdiera unos ingresos tan necesarios en tiempos de crisis, se oyó en la sala: "¡Cuéntaselo a tu ministro de Trabajo!". El dirigente ugetista apenas pudo encajar la referencia a Valeriano Gómez: "¡Se lo he contado a mi ministro de Trabajo, que es el ministro del Gobierno de la nación!".
La intervención de Górriz ganó en calidez –recordó incluso a los sindicalistas que, en el franquismo, lucharon por mejores condiciones para los trabajadores–, aunque el mensaje fue coincidente: hay otras salidas a la crisis, el conflicto laboral se recrudecerá, urge combatir a los "golpistas de los mercados". "Nos tratan como si fuéramos incautos, ignorantes, deficientes mentales, una pandilla de mediocres. Ese es el discurso del Gobierno", clamó. Górriz fue despedido con algunos gritos de "¡A la huelga general!".
El auditorio cargó las pilas, y eso que el acto se prolongó dos horas. IU, por cierto, cambió algo el atrezo: en el escenario no dejó el atril desnudo. Sentó a una veintena de jóvenes tras el orador. Cerró el mitin con un tema que ya suena a clásico en los eventos que combinan crisis con refundación: la rítmica versión de Moliendo café de Fanfare Ciocarlia.
- Las demás intervenciones. "Tenemos un poder inmenso que nadie nos puede robar".
Además de Cayo Lara, Toni Ferrer y Ramón Górriz, IU concedió la palabra a dos de sus dirigentes: Gregorio Gordo y Montse Muñoz. Presentó el acto Marga Ferré, secretaria de Programas, que puso en valor la importancia del acto y la voluntad de IU de construir alternativa "con otros". Rescató a Miguel Hernández y su poema Las manos. También subieron al escenario Bucharaya Beyun, el delegado en España del Frente Polisario, y Pierre Laurent, el nuevo presidente del Partido de la Izquierda Europea (PIE) .
Goyo Gordo, nuevo portavoz de la ejecutiva federal de IU, cargó contra el Gobierno socialista, pero no podía dejarse a Esperanza Aguirre, con la que se enfrentará en las autonómicas de 2011. La recriminó que hubiera defendido el modelo de Irlanda, el tigre celta que, tras verse obligado al rescate europeo, se ha convertido en un "gato escaldado". La presidenta madrileña, dijo, "corrige y aumenta" la política de recortes del PSOE y persigue un modelo de relaciones laborales "del siglo XIX", esclavista. "El debate no es quién recorta más y mejor, ni si se está con [Yorgos] Papandreu [el primer ministro griego] o con [David] Cameron [el premier británico], sino quién está con las políticas de ajuste y quién no y dónde está la prioridad de las políticas".
"IU tiene mucho que decir en las próximas elecciones". Montse Muñoz, secretaria de Política Institucional, se encargó de subrayar el carácter preelectoral del mitin de ayer. Reivindicó el "nuevo municipalismo" que IU lleva desplegando allá donde gobierna. Su acento se sitúa en el "bienestar" de los ciudadanos, en la defensa de unos servicios públicos potentes como elemento que "impide la marginalidad" y favorece "la igualdad de oportunidades". Es un modelo, sostuvo, distinto al del PSOE –que "ha renunciado a hacer de la transformación social una meta y cada vez se acerca más a las propuestas del PP"– y al del PP, que con su "corrupción política y económica" ayuda a "desvirtuar la política".
Muñoz subrayó que las próximas elecciones son trascendentales, en las que los ciudadanos se juegan mucho. Tanto como la fuerza de la misma democracia: "Creemos en el poder de la gente. Todos juntos tenemos un poder inmenso, que nadie nos puede robar. Debemos llamar a la gente a la rebeldía, a que sea capaz de construir su futuro. Queremos que haya ciudadanos libres, solidarios, iguales, que quieran pasar a la historia como los que impideron que los mercados se hicieran dueños de su destino". La "resignación" es, pues, el "peor enemigo" de cara a 2011.
- La "asignatura pendiente" de España con el pueblo saharaui.
Bucharaya Beyun agradeció a IU el apoyo prestado al pueblo saharaui. El delegado del Polisario censuró la postura del Gobierno de Zapatero frenta a Marruecos por el desmantelamiento violento del Campamento Dignidad y le exigió que "trabaje para que España supere la asignatura pendiente" que tiene con el Sáhara, del que sigue siendo potencia administradora. Beyun advirtió de que si la comunidad internacional "no hace algo pronto" para resolver el conflicto pronto, los saharuis estarán "obligados a recurrir a las armas".
Pierre Laurent, secretario general del Partido Comunista Francés y nuevo líder del PIE –fue designado en el III Congreso, los pasados 3, 4 y 5 de diciembre en París– invocó la necesidad de la "unidad, la convergencia" de las fuerzas alternativas de toda Europa para parar ua política neoliberal que es una "locura", porque además "prepara el camino para nuevas repeticiones de la crisis financiera", al no haberse atajado las raíces de la misma. La "enfermedad" del Viejo Continente, indicó, no son los salarios altos, sino "la hiperdependencia de los mercados financieros e inmobiliarios". Laurent señaló que el PIE se ha propuesto pasar a la "acción", a la "combatividad" para recuperar la esperanza. Por ello hará uso de uno de los instrumentos del Tratado de Lisboa: la iniciativa legislativa popular, para la que se necesita recabar un millón de firmas. La primera idea, ya adelantada en el III Congreso, es procurar que se sustituya el fondo de estabilidad financiera por un fondo de desarrollo social que se financie a partir de una tasa a la banca.
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"Compañeros de UGT y de CCOO: os pido hoy aquí solemnemente y directamente el apoyo a nuestras candidaturas en los municipios, porque tenemos que crear un frente de verdad frente al neoliberalismo". Hasta ahora, Cayo Lara nunca había formulado una apelación tan directa a los sindicatos. Una afirmación poco dada a ambigüedades. Y lo hizo ayer domingo, en un mitin contra la crisis y contra "las políticas de derechas", ante unos 700 simpatizantes de Izquierda Unida. No era aquel además un lugar desprovisto de simbolismo, ni una frase hueca tirada delante de la militancia: el acto ocupó el salón de actos del auditorio Marcelino Camacho de Comisiones Obreras, en pleno corazón de Madrid, y allí, en la primera fila, tenía sentados a Ramón Górriz y Toni Ferrer, números dos de CCOO y UGT. "La salida sólo puede venir por la izquierda social, la izquierda política y la izquierda sindical. Tenemos que crear un muro frente a las políticas neoliberales que está aplicando erróneamente el Gobierno de [José Luis] Rodríguez Zapatero y que castiga a los 11 millones de votantes que le dieron su apoyo en las últimas elecciones generales", vociferó.
El reclamo no es más que un paso más en un largo viaje de convergencia de IU con las centrales, intensificado en el último año durante la I Asamblea de Refundación y con la huelga general del 29 de septiembre. La federación ambiciona convertirse en la "referencia" política de la izquierda española, y para ello también necesita de la ayuda de los sindicatos, con una militancia numerosa y sólida. Por eso se explica el mensaje de ayer. A fin de cuentas, buena parte de los afiliados a UGT tienen carné del PSOE, el partido que se ha sumido, según la lectura de IU, en una "derechización creciente".
A la petición expresa de respaldo a los sindicatos, el auditorio respondió con una intensísima ovación. Lara, a cambio de ese empujón, prometió a CCOO y UGT el "apoyo pleno, sin matices, sin titubeos" de IU a las próximas movilizaciones de las centrales –15 y 18 de diciembre– y a su campaña de recogida de firmas para revertir la reforma laboral. Con ellos se comprometió a "generar un modelo alternativo al neoliberalismo que representan PP y PSOE, con la alianza de PNV y CiU".
Lara invitó a los sindicatos a participar en la elaboración del programa de IU para las próximas elecciones autonómicas y municipales de 2011. La "hoja de ruta", como explicó, está clara: IU se fijará en los cuatro millones de parados, los desahuciados, los pensionistas, los trabajadores que ven recortados sus derechos, los desprotegidos tras la eliminación de la ayuda de los 426 euros, los inmigrantes y aquellos que quieren "recuperar la democracia" y recuperar la memoria de los represaliados en la Guerra Civil y el franquismo. "Sois de los nuestros y nosotros somos de los vuestros –afirmaba Lara ante el plenario–. Unos seresmos más o menos rojos, más o menos verdes, más o menos verdes, más o menos republicanos, más o menos radicales, más o menos moderados".
El coordinador presentó IU como esa fuerza que mejor encarna el espíritu de la mayoría de la sociedad, aunque los ciudadanos no tengan en principio esa percepción: "En la calle muchos no saben que son de los nuestros". Y ahora que se acercan los comicios, Lara recordó que la federación, en aquellos sitios donde cogobierna con el PSOE, no es "responsable de la crisis". "Nosotros formamos parte de quienes sufren la crisis", explicitó, compasivo.
- Las "falacias" socialistas.
El PSOE dio el sábado el pistoletazo de salida a su precampaña de las elecciones de 2011 con los lemas La salida social, Convicción y determinación y El esfuerzo de todos. A IU le pareció una provocación. "¿No os suena eso? ¿Hasta el eslogan de la campaña de IU nos tienen que robar en estos momentos de debilidad?", inquirió Lara, irónico. Con el mensaje de los socialistas, el líder compuso su propio fresco. Primero, el Ejecutivo reconoce una verdad al asegurar que "ha hecho lo que tenía que hacer, pero le faltó añadir que ha hecho lo que tenía que hacer para la banca, los especuladores, los mercaderes, los 37 [por el grupo de grandes empresarios que acudieron a la Moncloa a entrevistarse con el presidente del Gobierno]". En los otros dos reclamos, Lara no halló más que "dos mentiras". No hay "esfuerzo de todos", porque los socialistas están aprobando medidas "a costa de los trabajadores y a favor de la banca y los poderosos". La otra "falacia" es el subrayado de "la salida social", y "no lo es", a juicio del coordinador, recortar los salarios de los empleados públicos, congelar las pensiones, privatizar Aena y Loterías del Estado o dar curso a los Presupuestos "más antisociales".
Zapatero, con esas "políticas de derechas" y su rechazo a cambiar la Ley Electoral, "puede llevar al Gobierno al PP, sin que haya hecho ningún mérito", bramó. De hecho, para IU los únicos tres "méritos" que hay que reconocerles a los conservadores son su propuesta de "bajar los impuestos a los más ricos", "no enseñar su programa electoral" y el caso Gürtel. "Había que invitar a los ciudadanos a que no les dejen estar cerca de la caja, porque tienen la mano muy larga estos del PP", remachó.
No era el momento, lógicamente, para alusiones a cuestiones internas. El líder las tocó tangencialmente para felicitarse de la remodelación de la ejecutiva federal, culminada un día antes, y que logró un apoyo abrumador, del 87,5%: "Seguimos en consenso, en acuerdo, en cumplimiento de nuestra IX Asamblea, y así vamos a continuar, buscando la unidad, la apertura, el entendimiento, porque este país necesita mucho de eso en este tiempo difícil".
El último mensaje que ayer lanzó el coordinador se encaminaba a la superación del "desfallecimiento", la apatía, la desmovilización. Para animar a los suyos, recurrió a las últimas palabras de Marcelino Camacho, que su viuda, Josefina Samper, reprodujo en el adiós al histórico líder de CCOO, el pasado 30 de octubre: "Si un día caemos, nos levantamos e inmediatamente volvemos a caminar para seguir luchando". La frase fue prologada por unos segundos de sepulcral silencio y seguida por un imponente aplauso.
- El 'recuerdo' de Valeriano Gómez.
Antes de Lara intervinieron Ferrer y Górriz. El primero trazó un discurso más frío, pero igualmente rotundo contra un Gobierno que "ha renunciado al diálogo social" y contra una Unión Europea que cada día parece más un "cíclope con un ojo que mira sólo a la derecha". El secretario de Acción Sindical de UGT llamó a no caer en la "resignación", a salir y a la calle y a movilizarse. "Si el Gobierno no cambia sus políticas, el futuro inmediato va a ser de conflictividad", avisó.
Ferrer tropezó con la interrupción de un asistente. Cuando relataba cómo PSOE y PP habían entrado en un "concurso" por las rebajas fiscales, y que hacían que el Estado perdiera unos ingresos tan necesarios en tiempos de crisis, se oyó en la sala: "¡Cuéntaselo a tu ministro de Trabajo!". El dirigente ugetista apenas pudo encajar la referencia a Valeriano Gómez: "¡Se lo he contado a mi ministro de Trabajo, que es el ministro del Gobierno de la nación!".
La intervención de Górriz ganó en calidez –recordó incluso a los sindicalistas que, en el franquismo, lucharon por mejores condiciones para los trabajadores–, aunque el mensaje fue coincidente: hay otras salidas a la crisis, el conflicto laboral se recrudecerá, urge combatir a los "golpistas de los mercados". "Nos tratan como si fuéramos incautos, ignorantes, deficientes mentales, una pandilla de mediocres. Ese es el discurso del Gobierno", clamó. Górriz fue despedido con algunos gritos de "¡A la huelga general!".
El auditorio cargó las pilas, y eso que el acto se prolongó dos horas. IU, por cierto, cambió algo el atrezo: en el escenario no dejó el atril desnudo. Sentó a una veintena de jóvenes tras el orador. Cerró el mitin con un tema que ya suena a clásico en los eventos que combinan crisis con refundación: la rítmica versión de Moliendo café de Fanfare Ciocarlia.
- Las demás intervenciones. "Tenemos un poder inmenso que nadie nos puede robar".
Además de Cayo Lara, Toni Ferrer y Ramón Górriz, IU concedió la palabra a dos de sus dirigentes: Gregorio Gordo y Montse Muñoz. Presentó el acto Marga Ferré, secretaria de Programas, que puso en valor la importancia del acto y la voluntad de IU de construir alternativa "con otros". Rescató a Miguel Hernández y su poema Las manos. También subieron al escenario Bucharaya Beyun, el delegado en España del Frente Polisario, y Pierre Laurent, el nuevo presidente del Partido de la Izquierda Europea (PIE) .
Goyo Gordo, nuevo portavoz de la ejecutiva federal de IU, cargó contra el Gobierno socialista, pero no podía dejarse a Esperanza Aguirre, con la que se enfrentará en las autonómicas de 2011. La recriminó que hubiera defendido el modelo de Irlanda, el tigre celta que, tras verse obligado al rescate europeo, se ha convertido en un "gato escaldado". La presidenta madrileña, dijo, "corrige y aumenta" la política de recortes del PSOE y persigue un modelo de relaciones laborales "del siglo XIX", esclavista. "El debate no es quién recorta más y mejor, ni si se está con [Yorgos] Papandreu [el primer ministro griego] o con [David] Cameron [el premier británico], sino quién está con las políticas de ajuste y quién no y dónde está la prioridad de las políticas".
"IU tiene mucho que decir en las próximas elecciones". Montse Muñoz, secretaria de Política Institucional, se encargó de subrayar el carácter preelectoral del mitin de ayer. Reivindicó el "nuevo municipalismo" que IU lleva desplegando allá donde gobierna. Su acento se sitúa en el "bienestar" de los ciudadanos, en la defensa de unos servicios públicos potentes como elemento que "impide la marginalidad" y favorece "la igualdad de oportunidades". Es un modelo, sostuvo, distinto al del PSOE –que "ha renunciado a hacer de la transformación social una meta y cada vez se acerca más a las propuestas del PP"– y al del PP, que con su "corrupción política y económica" ayuda a "desvirtuar la política".
Muñoz subrayó que las próximas elecciones son trascendentales, en las que los ciudadanos se juegan mucho. Tanto como la fuerza de la misma democracia: "Creemos en el poder de la gente. Todos juntos tenemos un poder inmenso, que nadie nos puede robar. Debemos llamar a la gente a la rebeldía, a que sea capaz de construir su futuro. Queremos que haya ciudadanos libres, solidarios, iguales, que quieran pasar a la historia como los que impideron que los mercados se hicieran dueños de su destino". La "resignación" es, pues, el "peor enemigo" de cara a 2011.
- La "asignatura pendiente" de España con el pueblo saharaui.
Bucharaya Beyun agradeció a IU el apoyo prestado al pueblo saharaui. El delegado del Polisario censuró la postura del Gobierno de Zapatero frenta a Marruecos por el desmantelamiento violento del Campamento Dignidad y le exigió que "trabaje para que España supere la asignatura pendiente" que tiene con el Sáhara, del que sigue siendo potencia administradora. Beyun advirtió de que si la comunidad internacional "no hace algo pronto" para resolver el conflicto pronto, los saharuis estarán "obligados a recurrir a las armas".
Pierre Laurent, secretario general del Partido Comunista Francés y nuevo líder del PIE –fue designado en el III Congreso, los pasados 3, 4 y 5 de diciembre en París– invocó la necesidad de la "unidad, la convergencia" de las fuerzas alternativas de toda Europa para parar ua política neoliberal que es una "locura", porque además "prepara el camino para nuevas repeticiones de la crisis financiera", al no haberse atajado las raíces de la misma. La "enfermedad" del Viejo Continente, indicó, no son los salarios altos, sino "la hiperdependencia de los mercados financieros e inmobiliarios". Laurent señaló que el PIE se ha propuesto pasar a la "acción", a la "combatividad" para recuperar la esperanza. Por ello hará uso de uno de los instrumentos del Tratado de Lisboa: la iniciativa legislativa popular, para la que se necesita recabar un millón de firmas. La primera idea, ya adelantada en el III Congreso, es procurar que se sustituya el fondo de estabilidad financiera por un fondo de desarrollo social que se financie a partir de una tasa a la banca.
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