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sábado, 18 de diciembre de 2010

El Gobierno despilfarra en prejubilaciones el ahorro de pensionistas, cheque-bebé y medicamentazo


Tema: Estado español

Categoría: Noticias

Los 12.000 empleados de cajas que desde ahora, y hasta 2012, van a ser prejubilados tendrán un coste de 3.600 millones para las arcas públicas. Todo un agujero, equivalente al ahorro logrado con el tijeretezado de las pensiones, del cheque bebé y del gasto farmacéutico que, además, en muchos casos se pagará con nuestros impuestos.

La mayor reestructuración de la historia de las cajas de ahorros le va salir al Estado –y el Estado somos todos- por un ojo de la cara.

Las 42 entidades inmersas en los 12 procesos de fusión actualmente en marcha se van a llevar por delante a 11.947 empleos. Pero, lo que a simple vista pudiera parecer un ajuste traumático, no lo es tanto. En absoluto.

Todas las entidades están llegando a acuerdos con los sindicatos para hacer estos recortes por la vía de las prejubilaciones, las bajas incentivadas y, muy excepcionalmente, los despidos.

Es decir, que lejos de generar tensiones, este proceso va a dar lugar a prejubilados de oro, financiados con los impuestos de todos, y en un momento en el que el Gobierno intenta retrasar la edad de retiro.

El prestigioso bufete Sagardoy estimaba el pasado mes de octubre que el coste medio de la marcha de un empleado de las cajas de ahorros es de 300.000 euros. Ahora, cuando las cajas inmersas en los procesos de fusión empiezan a cerrar las negociaciones, la previsión se confirma.

La salida de 1.880 trabajadores de la entidad resultante de la fusión de la CAM, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria tendrá un coste medio estimado de 300.000 euros por trabajador; menos de los 390.000 estimados para cada uno de los 3.800 empleados en el SIP que lideran Caja Madrid y Bancaja.

Multiplicar la media de 300.000 euros de coste por el total de bajas previstas resulta en un agujero de 3.600 millones que, en muchos casos, se van a pagar con dinero público, ya que 9 de las 12 nuevas entidades fusionadas han pedido ayuda al FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) para hacer frente a este proceso.

"Es una vergüenza firmar estas prejubilaciones de oro y, al mismo tiempo, retrasar la edad de jubilación y elevar el número de años de calculo", señala el profesor de IESE y experto en temas laborales Sandalio Gómez.

Suma y sigue, porque el coste que tiene para el Estado las prejubilaciones es todavía mayor, ya que, en muchos casos, la Seguridad Social tiene que poner dinero en estos acuerdos.

Como explica el director del Sector Financiero de IE Business School, Manuel Romera, "como regla general, cuando se llevan a cabo prejubilaciones, la empresa financia entre el 80% y el 95% del sueldo hasta que el trabajador cumple 60 años. En ese momento, se jubila y la Seguridad Social se hace cargo".

A la carga que supone para las arcas públicas asumir pensionistas cinco años antes de la edad legal se suma que, en muchos casos, estos trabajadores también cobran el paro durante sus dos primeros años como prejubilados, permitiendo así a la empresa ahorrarse gran parte del sueldo.

"Por ejemplo, si pactas una prejubilación de 30.000 euros anuales, y te corresponde un paro de 20.000 euros, la Seguridad Social te paga este dinero durante los dos primeros años y la empresa sólo tiene que aportar los otros 10.000 euros", apunta Sandalio Gómez.

- Prejubilados de primera y jubilados de segunda.

El resultado del duro ajuste de plantillas de las cajas es que -con las prejubilaciones, bajas incentivadas y despidos pactados hasta ahora- el coste se va a disparar hasta 3.600 millones.

Dicho de otro modo, el sector se va a desprender de 12.000 trabajadores tirando de casi la tercera parte del colchón de 11.681 millones de euros que el FROB ha dado a los doce grupos inmersos en procesos de fusión.

Además de los dos grandes grupos mencionados, el ajuste de plantilla de Novacaixagalicia, Banca Cívica y Marenostrum también supera los 1.000 empleados. En el otro extremo de la balanza están las entidades que no han requerido ayudas, donde las salidas son testimoniales.

Para hacerse una idea de la factura que supone esta primera fase de la reestructuración de las cajas se puede decir que es equivalente al esfuerzo que pensionistas, padres y consumidores de medicamentos van a hacer para que el país pueda cumplir con los objetivos de déficit público.

La congelación de las pensiones en 2011 supondrá un ahorro de 1.500 millones, la desaparición del cheque bebé liberará otros 1.250 millones y el impacto de la racionalización del gasto farmacéutico será de 1.150 millones.

En total, 3.900 millones de euros, sólo 350 millones menos de los que las cajas van a destinar a adelgazar sus plantillas... con ese mismo dinero público que el Estado nos obliga a ahorrar.

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