El Mundo
Tema: Capitalismo
Categoría: Noticias
El 'agujero' de las regiones españolas alcanzará los 120.000 millones de euros en 2011.
Fitch ha cumplido sus amenazas sobre Portugal y ayer rebajó la calificación de su deuda a largo plazo hasta A+, con perspectiva «negativa», debido a las mayores dificultades de financiación a las que se enfrenta el país.
Según la agencia, Portugal se enfrenta a un reducción del déficit más lenta de lo estimado en la medida en que la capacidad de financiación -tanto pública como privada- es ahora «mucho más difícil» que cuando se hizo la última revisión del rating luso.
Aún así, la agencia estima que el Gobierno cumplirá su objetivo de reducir el déficit hasta el 7,3% del PIB este año, en parte gracias a medidas excepcionales llevadas a cabo. En consecuencia, el ajuste presupuestario estructural previsto para 2011, que equivale a casi el 4% del PIB, será «extremadamente desafiante» especialmente si, como Fitch espera, la economía lusa entra en recesión el próximo año.
El informe enviado ayer al mercado tiene el mismo argumentario que en otras ocasiones. Por un lado, alaba la decisión del Ejecutivo para hacer realidad su objetivo de reducción del déficit, destacando la importancia de medidas de ajuste como la reducción del sueldo de los funcionarios.
Sin embargo, y aquí viene la parte mala, la calificadora considera que serán necesarias más medidas de consolidación fiscal para cumplir con sus objetivos. Todo ello en un escenario muy complicado para levantar financiación en los mercados de deuda.
En cualquier caso, el informe descarta que Portugal vaya a necesitar ser rescatado por sus socios europeos y, aunque a un mayor coste, tendrá acceso a la financiación.
Al mismo tiempo, Fitch rebajó la nota de la deuda a largo plazo de la República de Hungría a BBB- con perspectiva negativa, lo que la sitúa a un escalón del denominado bono basura, por la falta de una estrategia fiscal coherente en el medio plazo.
Advertencias en España
La agencia de calificación también lanzó ayer una seria advertencia a las comunidades autónomas españolas, de las que prevé que su deuda alcance los 120.000 millones de euros a finales del año que viene, es decir, un 19% más que en el tercer trimestre de 2010. Su nota al mercado señala que los presupuestos autonómicos ponen de manifiesto la necesidad de limitar sus gastos para cumplir con el objetivo de déficit.
Además, indica que, aunque los gobiernos regionales no han afrontado problemas para financiar sus préstamos, el coste de la deuda puede incrementarse a medio plazo hasta el punto de que algunas comunidades tengan que posponer inversiones, informa Europa Press.
Fitch ha analizado los presupuestos de las CCAA para el próximo ejercicio, a excepción de los de Cataluña y Baleares, y calcula que su gasto se reducirá un 6,5% en relación al de 2010.
La agencia de calificación de crédito considera que las medidas de austeridad emprendidas por el Gobierno central son relativamente fáciles de cuantificar, como el recorte salarial de los funcionarios, pero puntualiza que las iniciativas en este sentido de los gobiernos regionales «no son tan fáciles de seguir».
Además, incide en que algunas de las medidas de contención de gasto de las autonomías, como el estrechamiento del sector público, necesitarán más de un año para resultar efectivas y su proceso puede resultar largo.
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Sin embargo, al igual que ocurre con el informe sobre Portugal, Fitch recalca que las cuentas regionales para 2011 «ponen de manifiesto la voluntad de las CCAA de doblegar los gastos para limitarlos al máximo acordado con el Estado el pasado mes de junio, hasta el 1,3% del PIB regional para 2011».
La nota emitida ayer apenas tuvo incidencia en la cotización del bono español, que no obstante continúa en su nivel más alto de la década con una rentabilidad del 5,46% para la deuda a 10 años.
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El 'agujero' de las regiones españolas alcanzará los 120.000 millones de euros en 2011.
Fitch ha cumplido sus amenazas sobre Portugal y ayer rebajó la calificación de su deuda a largo plazo hasta A+, con perspectiva «negativa», debido a las mayores dificultades de financiación a las que se enfrenta el país.
Según la agencia, Portugal se enfrenta a un reducción del déficit más lenta de lo estimado en la medida en que la capacidad de financiación -tanto pública como privada- es ahora «mucho más difícil» que cuando se hizo la última revisión del rating luso.
Aún así, la agencia estima que el Gobierno cumplirá su objetivo de reducir el déficit hasta el 7,3% del PIB este año, en parte gracias a medidas excepcionales llevadas a cabo. En consecuencia, el ajuste presupuestario estructural previsto para 2011, que equivale a casi el 4% del PIB, será «extremadamente desafiante» especialmente si, como Fitch espera, la economía lusa entra en recesión el próximo año.
El informe enviado ayer al mercado tiene el mismo argumentario que en otras ocasiones. Por un lado, alaba la decisión del Ejecutivo para hacer realidad su objetivo de reducción del déficit, destacando la importancia de medidas de ajuste como la reducción del sueldo de los funcionarios.
Sin embargo, y aquí viene la parte mala, la calificadora considera que serán necesarias más medidas de consolidación fiscal para cumplir con sus objetivos. Todo ello en un escenario muy complicado para levantar financiación en los mercados de deuda.
En cualquier caso, el informe descarta que Portugal vaya a necesitar ser rescatado por sus socios europeos y, aunque a un mayor coste, tendrá acceso a la financiación.
Al mismo tiempo, Fitch rebajó la nota de la deuda a largo plazo de la República de Hungría a BBB- con perspectiva negativa, lo que la sitúa a un escalón del denominado bono basura, por la falta de una estrategia fiscal coherente en el medio plazo.
Advertencias en España
La agencia de calificación también lanzó ayer una seria advertencia a las comunidades autónomas españolas, de las que prevé que su deuda alcance los 120.000 millones de euros a finales del año que viene, es decir, un 19% más que en el tercer trimestre de 2010. Su nota al mercado señala que los presupuestos autonómicos ponen de manifiesto la necesidad de limitar sus gastos para cumplir con el objetivo de déficit.
Además, indica que, aunque los gobiernos regionales no han afrontado problemas para financiar sus préstamos, el coste de la deuda puede incrementarse a medio plazo hasta el punto de que algunas comunidades tengan que posponer inversiones, informa Europa Press.
Fitch ha analizado los presupuestos de las CCAA para el próximo ejercicio, a excepción de los de Cataluña y Baleares, y calcula que su gasto se reducirá un 6,5% en relación al de 2010.
La agencia de calificación de crédito considera que las medidas de austeridad emprendidas por el Gobierno central son relativamente fáciles de cuantificar, como el recorte salarial de los funcionarios, pero puntualiza que las iniciativas en este sentido de los gobiernos regionales «no son tan fáciles de seguir».
Además, incide en que algunas de las medidas de contención de gasto de las autonomías, como el estrechamiento del sector público, necesitarán más de un año para resultar efectivas y su proceso puede resultar largo.
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Sin embargo, al igual que ocurre con el informe sobre Portugal, Fitch recalca que las cuentas regionales para 2011 «ponen de manifiesto la voluntad de las CCAA de doblegar los gastos para limitarlos al máximo acordado con el Estado el pasado mes de junio, hasta el 1,3% del PIB regional para 2011».
La nota emitida ayer apenas tuvo incidencia en la cotización del bono español, que no obstante continúa en su nivel más alto de la década con una rentabilidad del 5,46% para la deuda a 10 años.
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