Tema: Euskadi
Categoría: Noticias
Miles de personas formaron ayer una extensa cadena humana -dividida en cientos de localidades- para reclamar la legalización. La izquierda abertzale ve en la activación social la receta para acabar con «la cerrazón del Estado».
Más de un centenar de cadenas humanas se formaron durante la tarde de ayer a través de Euskal Herria simbolizando el anhelo de la sociedad de un escenario en el que todas las opciones políticas compitan en igualdad de condiciones. La primera estación de este periplo está clara para las miles de personas que peregrinaron ayer en fila india y con carteles en los que se podía leer «Orain legalizazioa! Gora ezker abertzalea!».
Ciudades y pueblos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa Garaia acogieron estos actos. Una activación social que es «esencial» a los ojos de la izquierda abertzale, que ha resaltado reiteradamente que el proceso emprendido no puede quedarse circunscrito a las instancias políticas. «Todo lo que consigamos lo conseguiremos saliendo a la calle», precisaba ayer en declaraciones a GARA el representante de la izquierda abertzale y alcalde de Elorrio, Niko Moreno.
Según los datos recabados por este diario, fueron 109 las movilizaciones realizadas para exigir la inmediata legalización de la izquierda abertzale, a las que hoy se añadirá una decena más.
Emblemáticos lugares como el puente románico sobre el río Arga en Gares, el imponente Peine del Viento en Donostia o el Santuario de Loiola en Azpeitia fueron escenario de algunas de estas movilizaciones. En Bergara, 140 personas enlazaron las viviendas de José Luis Elkoro y Telesforo Monzon, mientras que los pasaitarras unían por mar los embarcaderos de Donibane y San Pedro.
En otros pueblos como Ataun e Idiazabal, convirtieron la iniciativa en caravanas de coches y en Amezketa se echarán al monte esta mañana. Los vecinos de Bilbo Zaharra realizaron una demanda más dulce, con una chocolatada popular. En Lasarte 160 vecinos realizaron una colorida y alegre kalejira. Y el buen humor también estuvo presente en Murgia, donde reclamaron la legalización de la izquierda abertzale con un poteo.
La huella reivindicativa también quedó patente en muchos otros puntos donde se desplegaron pancartas de grandes dimensiones. Éste fue el caso de los puentes en la capital vizcaina o el muelle donostiarra.
En Bilbo, donde cerca de medio millar de personas encadenaron el recorrido entre el Ayuntamiento y el museo Guggenheim, el alcalde de Elorrio, Niko Moreno, manifestó a los medios de comunicación que la izquierda abertzale está dando pasos de cara a un nuevo escenario y situó las particulares movilizaciones de ayer como una paso más en esa dirección. Reiteró que el deseo de la izquierda abertzale es llegar a un nuevo marco donde quede superado el conflicto político que vive el país y, donde, a su vez, todos los derechos de todas las personas sean respetados, y todos los proyectos políticos tengan la posibilidad de competir libremente.
Niko Moreno incidió en que la izquierda abertzale está haciendo aportaciones de cara al proceso democrático y que una de esas contribuciones es constituir un «proyecto político nuevo».
Cabe recordar que representantes de esta opción política comparecieron el pasado 27 de noviembre en Iruñea para dar a conocer ante la opinión pública que en breve nacerá una organización política, que tendrá como objetivo buscar la acumulación de fuerzas para lograr la independencia y el socialismo, y sustentada en una actividad ejercida por vías exclusivamente políticas y democráticas.
Ayer, Moreno explicó que, con este proyecto político renovado, pretenden garantizar que todas las formaciones políticas puedan competir en igualdad de condiciones y, al mismo tiempo, evitar que «se vuelvan a repetir situaciones de fraude». «Lo más sano y democrático es que todas las formaciones, todos los proyectos, todos los ciudadanos vean reflejados sus derechos y sea posible que los ejerzan», añadió.
Aprovechó la ocasión para censurar las últimas declaraciones al respecto del Gobierno español y de la Fiscalía, que calificó de «absolutamente rechazables». Incidió en que decir que cumplir la ley no es suficiente «deja en entredicho al propio Estado de Derecho» y evidencia la existencia de una «legislación especial para obstaculizar al camino hacia un escenario democrático».
El alcalde de Elorrio considera vital que, junto a otros pasos que se dan en este proceso, exista la movilización popular. Y se mostró convencido de que será esta confrontación ciudadana la que sacará al Estado y al PSOE de la «cerrazón actual».
Recalcó que la apuesta de la izquierda abertzale sigue «inamovible» y recordó que el próximo mes de enero se presentará el nuevo partido, que considera «la mejor manera de hacer aportaciones a este proceso y una exigencia democrática de la ciudadanía».
- López y Ortuzar piden hechos sin avanzar ningún paso.
Las iniciativas de la izquierda abertzale continúan centrando en buena medida los discursos de los dirigentes de la mayoría de las formaciones políticas. Ayer volvió a suceder en los respectivos actos de partido que presidieron Patxi López y Andoni Ortuzar. Ambos exigieron nuevos pasos a la formación ilegalizada por el Estado español pero no presentaron ninguna propuesta de su parte para avanzar en el proceso.
Durante su intervención ante el denominado Comité Nacional del PSE, López reiteró que la izquierda abertzale «se mueve en la buena dirección» pero todavía tiene «camino por recorrer» y, en este sentido, le reclamó «hechos», como recogió la agencia Europa Press. Asimismo, instó a «todos los demócratas» a que no se «enreden» ni se «precipiten» y a que actúen «sin cálculos electorales de por medio».
El lehendakari del Gobierno de Lakua señaló que «asumir la legalidad y los principios democráticos no significa sólo presentar unos estatutos ante un registro», sino «romper definitivamente su ligazón con la violencia, condenarla, repudiarla, trabajar para que desaparezca, porque violencia y política son radicalmente incompatibles». Tras emplazar a la izquierda abertzale a que «lo demuestre con hechos» y no sólo «lo digan», justificó el inmovilismo de su partido y del Ejecutivo que preside al indicar que «no somos los demócratas los que tenemos que demostrar nada, sino ellos».
Andoni Ortuzar, por su parte, resaltó que el PNV «ha tenido las cosas muy claras desde el principio», tanto en relación a los distintos comunicados de ETA como a «los pasos» que está dando la izquierda abertzale. A continuación, comentó que «hay que pasar de las valoraciones a los hechos». «Todos tenemos que pasar de las valoraciones a los hechos, y si ésta es la oportunidad, aprovecharla», añadió, pero sin concretar qué esta dispuesto a hacer su partido.
Durante el acto de presentación, en Igorre, de los candidatos jeltzales a las próximas elecciones en la comarca de Arratia, el presidente del Bizkai Buru Batzar también censuró «el doble juego» que, a su juicio, mantiene el PSE, del que dijo que «se está situando ante el nuevo escenario» político pero «sin ser valiente y sin decir la verdad», de manera que «unas veces se quitan el lazo verde y otras se lo ponen». Indicó también que «la posibilidad de la paz» requiere «más seriedad» y «menos cálculo político».
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Miles de personas formaron ayer una extensa cadena humana -dividida en cientos de localidades- para reclamar la legalización. La izquierda abertzale ve en la activación social la receta para acabar con «la cerrazón del Estado».
Más de un centenar de cadenas humanas se formaron durante la tarde de ayer a través de Euskal Herria simbolizando el anhelo de la sociedad de un escenario en el que todas las opciones políticas compitan en igualdad de condiciones. La primera estación de este periplo está clara para las miles de personas que peregrinaron ayer en fila india y con carteles en los que se podía leer «Orain legalizazioa! Gora ezker abertzalea!».
Ciudades y pueblos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa Garaia acogieron estos actos. Una activación social que es «esencial» a los ojos de la izquierda abertzale, que ha resaltado reiteradamente que el proceso emprendido no puede quedarse circunscrito a las instancias políticas. «Todo lo que consigamos lo conseguiremos saliendo a la calle», precisaba ayer en declaraciones a GARA el representante de la izquierda abertzale y alcalde de Elorrio, Niko Moreno.
Según los datos recabados por este diario, fueron 109 las movilizaciones realizadas para exigir la inmediata legalización de la izquierda abertzale, a las que hoy se añadirá una decena más.
Emblemáticos lugares como el puente románico sobre el río Arga en Gares, el imponente Peine del Viento en Donostia o el Santuario de Loiola en Azpeitia fueron escenario de algunas de estas movilizaciones. En Bergara, 140 personas enlazaron las viviendas de José Luis Elkoro y Telesforo Monzon, mientras que los pasaitarras unían por mar los embarcaderos de Donibane y San Pedro.
En otros pueblos como Ataun e Idiazabal, convirtieron la iniciativa en caravanas de coches y en Amezketa se echarán al monte esta mañana. Los vecinos de Bilbo Zaharra realizaron una demanda más dulce, con una chocolatada popular. En Lasarte 160 vecinos realizaron una colorida y alegre kalejira. Y el buen humor también estuvo presente en Murgia, donde reclamaron la legalización de la izquierda abertzale con un poteo.
La huella reivindicativa también quedó patente en muchos otros puntos donde se desplegaron pancartas de grandes dimensiones. Éste fue el caso de los puentes en la capital vizcaina o el muelle donostiarra.
En Bilbo, donde cerca de medio millar de personas encadenaron el recorrido entre el Ayuntamiento y el museo Guggenheim, el alcalde de Elorrio, Niko Moreno, manifestó a los medios de comunicación que la izquierda abertzale está dando pasos de cara a un nuevo escenario y situó las particulares movilizaciones de ayer como una paso más en esa dirección. Reiteró que el deseo de la izquierda abertzale es llegar a un nuevo marco donde quede superado el conflicto político que vive el país y, donde, a su vez, todos los derechos de todas las personas sean respetados, y todos los proyectos políticos tengan la posibilidad de competir libremente.
Niko Moreno incidió en que la izquierda abertzale está haciendo aportaciones de cara al proceso democrático y que una de esas contribuciones es constituir un «proyecto político nuevo».
Cabe recordar que representantes de esta opción política comparecieron el pasado 27 de noviembre en Iruñea para dar a conocer ante la opinión pública que en breve nacerá una organización política, que tendrá como objetivo buscar la acumulación de fuerzas para lograr la independencia y el socialismo, y sustentada en una actividad ejercida por vías exclusivamente políticas y democráticas.
Ayer, Moreno explicó que, con este proyecto político renovado, pretenden garantizar que todas las formaciones políticas puedan competir en igualdad de condiciones y, al mismo tiempo, evitar que «se vuelvan a repetir situaciones de fraude». «Lo más sano y democrático es que todas las formaciones, todos los proyectos, todos los ciudadanos vean reflejados sus derechos y sea posible que los ejerzan», añadió.
Aprovechó la ocasión para censurar las últimas declaraciones al respecto del Gobierno español y de la Fiscalía, que calificó de «absolutamente rechazables». Incidió en que decir que cumplir la ley no es suficiente «deja en entredicho al propio Estado de Derecho» y evidencia la existencia de una «legislación especial para obstaculizar al camino hacia un escenario democrático».
El alcalde de Elorrio considera vital que, junto a otros pasos que se dan en este proceso, exista la movilización popular. Y se mostró convencido de que será esta confrontación ciudadana la que sacará al Estado y al PSOE de la «cerrazón actual».
Recalcó que la apuesta de la izquierda abertzale sigue «inamovible» y recordó que el próximo mes de enero se presentará el nuevo partido, que considera «la mejor manera de hacer aportaciones a este proceso y una exigencia democrática de la ciudadanía».
- López y Ortuzar piden hechos sin avanzar ningún paso.
Las iniciativas de la izquierda abertzale continúan centrando en buena medida los discursos de los dirigentes de la mayoría de las formaciones políticas. Ayer volvió a suceder en los respectivos actos de partido que presidieron Patxi López y Andoni Ortuzar. Ambos exigieron nuevos pasos a la formación ilegalizada por el Estado español pero no presentaron ninguna propuesta de su parte para avanzar en el proceso.
Durante su intervención ante el denominado Comité Nacional del PSE, López reiteró que la izquierda abertzale «se mueve en la buena dirección» pero todavía tiene «camino por recorrer» y, en este sentido, le reclamó «hechos», como recogió la agencia Europa Press. Asimismo, instó a «todos los demócratas» a que no se «enreden» ni se «precipiten» y a que actúen «sin cálculos electorales de por medio».
El lehendakari del Gobierno de Lakua señaló que «asumir la legalidad y los principios democráticos no significa sólo presentar unos estatutos ante un registro», sino «romper definitivamente su ligazón con la violencia, condenarla, repudiarla, trabajar para que desaparezca, porque violencia y política son radicalmente incompatibles». Tras emplazar a la izquierda abertzale a que «lo demuestre con hechos» y no sólo «lo digan», justificó el inmovilismo de su partido y del Ejecutivo que preside al indicar que «no somos los demócratas los que tenemos que demostrar nada, sino ellos».
Andoni Ortuzar, por su parte, resaltó que el PNV «ha tenido las cosas muy claras desde el principio», tanto en relación a los distintos comunicados de ETA como a «los pasos» que está dando la izquierda abertzale. A continuación, comentó que «hay que pasar de las valoraciones a los hechos». «Todos tenemos que pasar de las valoraciones a los hechos, y si ésta es la oportunidad, aprovecharla», añadió, pero sin concretar qué esta dispuesto a hacer su partido.
Durante el acto de presentación, en Igorre, de los candidatos jeltzales a las próximas elecciones en la comarca de Arratia, el presidente del Bizkai Buru Batzar también censuró «el doble juego» que, a su juicio, mantiene el PSE, del que dijo que «se está situando ante el nuevo escenario» político pero «sin ser valiente y sin decir la verdad», de manera que «unas veces se quitan el lazo verde y otras se lo ponen». Indicó también que «la posibilidad de la paz» requiere «más seriedad» y «menos cálculo político».
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