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lunes, 20 de diciembre de 2010

Anders Fogh Rasmussen: "Los soldados españoles no se irán en 2012 de Afganistán, sino que cambiarán sus funciones"

María Ramírez (El Mundo)

Tema: Afganistán

Categoría: Noticias

Recién publicado el informe de la Administración Obama sobre Afganistán, el secretario general de la OTAN defiende el tímido progreso en el peor año de la guerra en el país. Según Anders Fogh Rasmussen, el documento de Estados Unidos «apuntala» el plan decidido en noviembre en la cumbre de los aliados de Lisboa. En 2011, empieza la retirada, pero ni España ni ningún otro socio deberá abandonar la difícil misión, hasta, al menos, 2014.

Pregunta.- La Cruz Roja dice que 2010 ha sido el peor año en los 30 que lleva en Afganistán. ¿Qué ha ido mal?

Respuesta.- No es sorprendente que haya habido más violencia en Afganistán en 2010, ya que hemos mandado más soldados. Sabíamos que un aumento del número de soldados implicaría más violencia, pero estamos progresando gracias a ese incremento. Y esto es lo que cuenta al final. Este progreso es la condición para una retirada de tropas internacionales más adelante. Lo que decidimos hacer en Lisboa es empezar una transición gradual para que las autoridades afganas asuman el poder y esperamos conseguirlo para el final de 2014. Pero, por supuesto, es un requisito que mejore la situación de seguridad y que las fuerzas afganas sean capaces de asumir plenas responsabilidades. El que la Cruz Roja y otras organizaciones informen de más violencia en 2010 no significa que nuestra estrategia haya fracasado. Al contrario, es parte de ella, para limpiar áreas en Afganistán y pasar la responsabilidad a los afganos.

P.- ¿Qué le hace pensar que se conseguirá en cuatro años más que en nueve?

R.- Mi optimismo se debe a que las fuerzas afganas de seguridad crecen rápidamente. Hace justo un año, creamos una misión de formación y ya tenemos más de 250.000 soldados y policías afganos. Queremos aumentarlos hasta 300.000 para el final del año próximo. Vamos bien de tiempo y las fuerzas de seguridad tienen mayor calidad. El 85% de los soldados afganos están colaborando ahora con las tropas internacionales. Visto en retrospectiva, el problema ha sido que, al principio de esta misión, subestimamos el reto. Hasta el año pasado no conseguimos los recursos adecuados. Decidimos aumentar el número de tropas internacionales en 40.000 y sólo ahora se está notando.

P.- Pero parece que los aliados tienen prisa por marcharse.

R.- Entiendo muy bien su impaciencia. Yo también soy impaciente. La gente quiere ver la luz al final del túnel, pero creo que entiende por qué estamos en Afganistán: por nuestra propia seguridad, para evitar que el país se convierta otra vez en un refugio para terroristas. En el pasado, los talibán ofrecieron un refugio para Al Qaeda y otras redes terroristas para que lanzaran sus ataques contra EEUU y Europa, con atentados en Madrid, Londres o Estambul. Todos los países democráticos que quieren vivir en paz y armonía deben unirse en esta lucha contra el terrorismo. Pero, por supuesto, la gente quiere que esto acabe ya. Por ello, en Lisboa decidimos un plan para pasar poderes a los afganos que empieza en 2011 y que debería terminar en 2014.

P.- ¿Es realista que España se vaya en 2012, como ha sugerido?

R.- Es demasiado pronto, es prematuro hacer ningún juicio sobre el ritmo de transición y la geografía, dónde puede tener lugar y cuándo. Todos los países intentarán ponerse objetivos y asegurar las condiciones para que la responsabilidad se transfiera a los afganos más pronto que tarde. Pero lo que salió de la cumbre de Lisboa es que todos los aliados se comprometieron a nuestra misión y acordaron este calendario 2011-2014. Lo que veremos en ese periodo es un cambio gradual en las funciones de las tropas internacionales. Si pasamos poderes a los afganos en un área, nuestras tropas pueden tener un papel de más apoyo en la misma región, por ejemplo para la formación de fuerzas de seguridad.

P.- ¿Y pasarán a las zonas más difíciles los que han estado, como los españoles, destinados en las más tranquilas?

R.- Eso lo dejo a nuestros comandantes en el terreno. Pero tiene sentido que las tropas sigan activas en áreas que ya conocen, porque conocen la zona y a la gente. Pero pueden cambiar sus funciones a otras de formación, que es la vía para la transición.

P.- ¿Nadie se marcha antes de 2014?

R.- No lo sabemos, depende mucho de la evolución de la capacidad de los afganos. Habrá retiradas y reducciones, pero es demasiado pronto para decidir cuándo, dónde y quién. Todos reiteramos en Lisboa que estamos comprometidos juntos con la misión.

P.- ¿Cómo afectará la muerte de Holbrooke?

R.- Era un diplomático muy relevante. Todos estamos muy agradecidos por su servicio durante muchos años. En Afganistán, era un actor principal, que dejará obviamente un hueco, pero nuestra estrategia se basa en fundamentos que no cambiarán.

P.- Él era más partidario de una solución política, no militar…

R.- No cambiaremos de estrategia. Tenemos la correcta. Obviamente, a largo plazo, debemos buscar una solución política. Para resolver un conflicto como el de Afganistán, hay que intentar reconciliar antiguos enemigos, pero no es tan fácil. Para que la reconciliación funcione, todos los implicados tienen que abstenerse de la violencia, cortar lazos con grupos terroristas y respetar la constitución afgana, incluyendo los derechos humanos, en particular, de las mujeres. Si estas condiciones se cumplen y si este proceso lo lideran los afganos, hay que darle una oportunidad. Pero también creo que tenemos que continuar una presión militar fuerte sobre los talibán. Porque al liderazgo talibán no le interesará encontrar una solución política, pacífica, si no sabe que no tiene ninguna posibilidad de ganar militarmente. No hay alternativa a continuar nuestras operaciones militares, porque representan la clave para conseguir una solución política pacífica.

P.- ¿Es fiable el Gobierno Karzai?

R.- Tenemos una buena relación. Obviamente, queremos una lucha más contundente contra la corrupción y el tráfico de drogas. Ya he hablado con el presidente Karzai muchas veces de esto y sabe que es crucial para que los afganos confíen en su Gobierno. Y es evidente que la lucha contra la corrupción es una parte importante. También es esencial que desarrollemos más la capacidad del Gobierno afgano para que pueda dar servicios básicos para mejorar la sanidad, educación o el desarrollo económico. Es necesario para que la sociedad afgana sea hostil a los terroristas. Nuestra misión en Afganistán no es sólo militar. La reconstrucción civil y el desarrollo son igualmente importantes.

P.- ¿Ha contestado a los rusos sobre el plan secreto para proteger a los bálticos de Rusia revelado por Wikileaks?

R.- Nunca comentamos qué planes tenemos para proteger a nuestros aliados, pero no creo que sea una sorpresa que una Alianza defensiva tenga todos los planes apropiados listos para proteger y defender a todos los Estados miembros. No debería ser noticia. Lo que sería sorprendente es que no tuviéramos planes para proteger a todos los Estados miembros. Dicho lo cual, y por supuesto discutimos esto sólo con aliados, no consideramos a Rusia una amenaza para OTAN, y la OTAN tampoco lo es para Rusia.

P.- Pero, ¿contestó a Moscú?

R.- Nunca comentamos supuestas filtraciones de documentos. No debería sorprender a nadie que tengamos planes apropiados para defender a nuestros miembros. Y es exactamente la respuesta que hemos dado a los rusos.

P.- ¿Es un crimen publicar telegramas?

R.- No soy un experto legal, pero las filtraciones de documentos clasificados, de conversaciones confidenciales entre diplomáticos, son perjudiciales para la diplomacia internacional, porque si queremos encontrar soluciones pacíficas a los conflictos, también hay que sondear ideas confidencialmente. Incluso con nuestros enemigos.

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