Tema: Estado español
Categoría: Noticias
El desastre electoral del Partido Socialista de Cataluña (PSC) ha puesto en alerta a todos los barones socialistas. Se acercan unas elecciones municipales y autonómicas clave, y la política del Gobierno, que puede llevar a una nueva huelga general si se confirma el retraso de la edad legal de jubilación a los 67 años, complica la campaña electoral. Así que algunos barones, con diferente intensidad y mucha cautela, tratan de alejarse de esas medidas y piden un discurso de izquierda.
Si hasta ahora el protagonista de este alejamiento había sido José María Barreda, presidente de Castilla-La Mancha, ayer fue el turno de Tomás Gómez, líder del Partido Socialista de Madrid (PSM), que busca un discurso propio para enfrentarse a Esperanza Aguirre en las elecciones de mayo de 2011. Gómez fue ayer claro durante el Comité Regional del PSM: "Apoyamos las medidas adoptadas por nuestro Gobierno, pero también alertamos de la dificultad de algunas cuestiones. Como que los mercados están para ser gobernados por los Gobiernos". El objetivo de Gómez es alejarse de una reforma de las pensiones que ha provocado un alejamiento aún mayor del electorado de izquierda. Lo dijo ante más de 300 delegados convocados en la sede de UGT de Madrid. "Defiendo la reforma del sistema de pensiones para asegurar que siga siendo un sistema público. La reforma tiene que venir desde la izquierda, no se ha de seguir por la exigencia de los mercados. Unos mercados que quieren una reforma laboral más profunda de la que se ha hecho, que apuestan por una reducción del Estado de bienestar; unos mercados que apostarán, ya lo veremos, por un sistema sanitario de copago", remató Gómez, quien recibió apoyo a su discurso en más de 40 intervenciones a puerta cerrada. "Que el partido está para apoyar al Gobierno está claro, pero cada uno tiene que ser independiente y eso pasa por criticar algunas decisiones que no están siendo muy bien entendidas por la ciudadanía", explica uno de sus colaboradores más cercanos.
Esta idea, la de que el Gobierno se está limitando a seguir a los mercados sin ser capaz de configurar un discurso alternativo de izquierda, estuvo también muy presente en el discurso del lehendakari, Patxi López, el sábado. "Parece que la única salida es reducir los servicios públicos universales y reducir las pensiones, y si hacemos eso, los mercados se ponen contentos. Ellos lo han decidido: si no queréis que os ataquemos, empezad a reducir el Estado del bienestar", ironizó. López criticó la actuación de los "lobbys" que defienden "intereses especulativos" y que se han situado "por encima de los Gobiernos legítimos".
López admite que la izquierda ha ido perdiendo peso en el ámbito internacional. "Aunque en España hay un Gobierno de izquierdas, no puede adoptar las medidas que quisiera" y tiene poco margen. "Somos de izquierdas pero no estamos locos, sabemos que tenemos que aplicar las medidas que decidimos en ámbitos superiores. El que no logremos que las medidas de izquierda sean hoy las que imperen en los acuerdos entre Gobiernos, no quiere decir que tengamos que olvidarlas. Tenemos que reivindicarlas con más fuerza, permanentemente, para recabar apoyos y que los más débiles no se queden huérfanos", resumió.
Criticó que quienes controlan los mercados financieros estén "atacando" a las democracias europeas para que reduzcan el gasto "cuando en 2008 estaban pidiendo que pagáramos con nuestros impuestos la tropelía que habían cometido" y que provocaron la mayor crisis económica desde 1929.
La dirección nacional está muy molesta con los barones que quieren distanciarse. La cúpula del PSOE cree que la única manera de tener un buen resultado en junio es que todo el partido se haga solidario con el Gobierno y participe en explicar por qué se están haciendo las reformas. Si no, el discurso del PP será más fácil, consideran.
No todos los barones se distancian. Desde Andalucía, el presidente de la Junta y secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, considera que "la reforma es necesaria para asegurar el futuro del sistema público de pensiones" y apela a la responsabilidad de "todos los partidos" para acometer la reforma "desde el consenso", según aseguró ayer a EL PAÍS. Griñán discrepa de Tomás Gómez acerca de que sean los mercados los que estén imponiendo ampliar la edad de jubilación. "Es la demografía la que recomienda esta reforma y no los mercados", dijo.
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El desastre electoral del Partido Socialista de Cataluña (PSC) ha puesto en alerta a todos los barones socialistas. Se acercan unas elecciones municipales y autonómicas clave, y la política del Gobierno, que puede llevar a una nueva huelga general si se confirma el retraso de la edad legal de jubilación a los 67 años, complica la campaña electoral. Así que algunos barones, con diferente intensidad y mucha cautela, tratan de alejarse de esas medidas y piden un discurso de izquierda.
Si hasta ahora el protagonista de este alejamiento había sido José María Barreda, presidente de Castilla-La Mancha, ayer fue el turno de Tomás Gómez, líder del Partido Socialista de Madrid (PSM), que busca un discurso propio para enfrentarse a Esperanza Aguirre en las elecciones de mayo de 2011. Gómez fue ayer claro durante el Comité Regional del PSM: "Apoyamos las medidas adoptadas por nuestro Gobierno, pero también alertamos de la dificultad de algunas cuestiones. Como que los mercados están para ser gobernados por los Gobiernos". El objetivo de Gómez es alejarse de una reforma de las pensiones que ha provocado un alejamiento aún mayor del electorado de izquierda. Lo dijo ante más de 300 delegados convocados en la sede de UGT de Madrid. "Defiendo la reforma del sistema de pensiones para asegurar que siga siendo un sistema público. La reforma tiene que venir desde la izquierda, no se ha de seguir por la exigencia de los mercados. Unos mercados que quieren una reforma laboral más profunda de la que se ha hecho, que apuestan por una reducción del Estado de bienestar; unos mercados que apostarán, ya lo veremos, por un sistema sanitario de copago", remató Gómez, quien recibió apoyo a su discurso en más de 40 intervenciones a puerta cerrada. "Que el partido está para apoyar al Gobierno está claro, pero cada uno tiene que ser independiente y eso pasa por criticar algunas decisiones que no están siendo muy bien entendidas por la ciudadanía", explica uno de sus colaboradores más cercanos.
Esta idea, la de que el Gobierno se está limitando a seguir a los mercados sin ser capaz de configurar un discurso alternativo de izquierda, estuvo también muy presente en el discurso del lehendakari, Patxi López, el sábado. "Parece que la única salida es reducir los servicios públicos universales y reducir las pensiones, y si hacemos eso, los mercados se ponen contentos. Ellos lo han decidido: si no queréis que os ataquemos, empezad a reducir el Estado del bienestar", ironizó. López criticó la actuación de los "lobbys" que defienden "intereses especulativos" y que se han situado "por encima de los Gobiernos legítimos".
López admite que la izquierda ha ido perdiendo peso en el ámbito internacional. "Aunque en España hay un Gobierno de izquierdas, no puede adoptar las medidas que quisiera" y tiene poco margen. "Somos de izquierdas pero no estamos locos, sabemos que tenemos que aplicar las medidas que decidimos en ámbitos superiores. El que no logremos que las medidas de izquierda sean hoy las que imperen en los acuerdos entre Gobiernos, no quiere decir que tengamos que olvidarlas. Tenemos que reivindicarlas con más fuerza, permanentemente, para recabar apoyos y que los más débiles no se queden huérfanos", resumió.
Criticó que quienes controlan los mercados financieros estén "atacando" a las democracias europeas para que reduzcan el gasto "cuando en 2008 estaban pidiendo que pagáramos con nuestros impuestos la tropelía que habían cometido" y que provocaron la mayor crisis económica desde 1929.
La dirección nacional está muy molesta con los barones que quieren distanciarse. La cúpula del PSOE cree que la única manera de tener un buen resultado en junio es que todo el partido se haga solidario con el Gobierno y participe en explicar por qué se están haciendo las reformas. Si no, el discurso del PP será más fácil, consideran.
No todos los barones se distancian. Desde Andalucía, el presidente de la Junta y secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, considera que "la reforma es necesaria para asegurar el futuro del sistema público de pensiones" y apela a la responsabilidad de "todos los partidos" para acometer la reforma "desde el consenso", según aseguró ayer a EL PAÍS. Griñán discrepa de Tomás Gómez acerca de que sean los mercados los que estén imponiendo ampliar la edad de jubilación. "Es la demografía la que recomienda esta reforma y no los mercados", dijo.
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