Tema: Catalunya
Categoría: Noticias
David Madí i Cendrós (Barcelona, 1971) es un tipo duro, pero todo el mundo tiene su corazoncito. El estratega de CDC y brazo derecho de Artur Mas no pudo aguantar el gesto cuando tras anunciar que abandonaba la política, el líder de CiU dijo de él que perdía a su colaborador “más próximo, más valioso y més estimat”. Eso fue por la mañana. Por la tarde Madí accedió a regañadientes a responder a las preguntas de La Vanguardia.
- ¿Por qué se va?
- Porque toca. He cumplido la misión que me había propuesto y ha llegado el momento de afrontar otros retos. Me voy además con la satisfacción del deber cumplido. Con la sensación de haber hecho todo lo que podía, de haberme vaciado, de haber dejado la piel como dicen los jugadores del Barça.
- ¿Adónde va?
- Tengo en mente proyectos de tipo empresarial, además de participar en proyectos que ya están en marcha y colaborar con algún negocio familiar.
- ¿Y un poco más explícito?
- No puedo serlo más ahora. Si le digo consultoría e inversiones tampoco se va a conformar.
- ¿Inversiones especulativas? ¿Se incorpora a eso que se llama los mercados y que están arruinando a este y a otros países?
- No milito en la Internacional Progresista Papanatas. Creo en la economía de mercado, pero mi destino está en la economía productiva.
- ¿Es usted un hombre de guerra que como algunos militares se aburren con la paz?
- No. El espíritu emprendedor y el sentimiento patriótico me viene de familia. Tenía decidido de hace tiempo dedicarme profesionalmente a la empresa privada. Si en 2006 hubiera gobernado CiU, la decisión la habría tomado entonces, pero consideré que huir en aquel momento era de cobardes. Hemos pasado años difíciles y momentos muy duros. Me voy tras el éxito de una obra colectiva que no habría sido posible llevar a cabo sin el esfuerzo y las convicciones de mucha gente.
- ¿Ahora viene lo fácil?
- Todo lo contrario. Le aseguro que los que van a gobernar ahora no lo van a tener nada fácil. Levantar el país en las actuales circunstancias es un reto colosal y habrá que quitarse el sombrero ante los que se atrevan a asumir una responsabilidad tan enorme.
- Es usted un precedente. Pocos se van de la política cuando pierden, pero nadie lo hace a la hora de repartir el botín...
- Aquí no hay ningún botín a repartir, sino un país por levantar y hacemos falta todos, desde el sector público y desde el mundo privado.
- Los liberales como usted nunca han tenido fe en lo público.
- Pues mire yo soy un liberal de cap a peus, y como tal siempre he combatido y combatiré ese discurso antipolítico que menosprecia el servicio público. No hay actividad más noble que la defensa de las propias convicciones al servicio del país.
- Usted ha vivido las miserias de la política desde la primera fila...
- A mi se me organizó una comisión de investigación para liquidarme por un asunto muy anterior a mi nombramiento. Dimití para neutralizar la ofensiva.
Fue muy duro. Y entonces hay quien dice que la política es sacrificio y yo digo que no. Que hay que estar agradecido siempre, porque incluso en los momentos más duros tienes la satisfacción de hacer aquello en lo que crees. Siempre es mejor creer que no creer y es mejor tomar partido que ver pasar la historia desde la indiferencia.
- ¿Se lleva algún rencor?
- Ninguno. A ver, yo no soy inocente en absoluto. Más allá de las discrepancias, siempre he respetado el talento de mis adversarios. Que el combate político sea duro es un elemento profundo de la democracia.
- Describa el momento político en el que decide irse.
- El proyecto político del nacionalismo catalán se ha consolidado, está más fuerte que nunca y en disposición de levantar el país.
- La independencia de Catalunya...
- Tarde o temprano no habrá otro camino.
- CiU ha resistido y en cambio han sucumbido todos los líderes del tripartito. ¿Por qué?
- Cuando un gobierno no comparte un proyecto se convierte en inviable. El tripartito no ha pasado de ser un frente anti-CiU. Rompieron unas ciertas reglas básicas no escritas. Una coalición de los que pierden es legal, pero, se diga lo que se diga, no es normal y se ha demostrado que no es buena. En 2003 fue el peor momento. No nos lo creíamos y no lo entendíamos.
- ¿Y su mejor momento?
- Será el 27 de diciembre, cuando Artur Mas tome posesión.
- ¿Son amigos?
- La complicidad, la lealtad y la estima que Artur Mas me ha demostrado siempre ha creado un vínculo imborrable. Mi agradecimiento es infinito.
De Pujol al 'pinyol' pasando por Zaragoza.
- Qué diría de...¿Jordi Pujol?
- Un maestro de patriotas.
- ¿Artur Mas?
- El mejor para guiar el país.
- ¿Duran Lleida?
- Un político de altura.
- ¿Pasqual Maragall?
- Pienso que erró con el tripartito, pero siempre le he reconocido su actitud antidogmática y un espíritu modernizador de la política que hace mucha falta.
- ¿José Montilla?
- Debo elogiar la dignidad con la que ha encajado la derrota, pero fue el hombre equivocado en el momento equivocado.
- ¿Zapatero?
- En el trato personal es magnífico, pero no tiene las ideas claras y un escaso sentido de la credibilidad.
- ¿Rajoy?
- No le he conocido personalmente.
- ¿Carod-Rovira?
- Estamos de celebración y cuando no puedes decir nada bueno de una personas es mejor no decir nada.
- ¿Puigcercós?
- Con toda cordialidad, espero y deseo que sepa entender el mensaje de los ciudadanos.
- ¿José Zaragoza?
- Un duro fajador. Un adversario tan duro como digno.
- ¿Felip Puig?
- Un compañero sin el cual no habríamos llegado.
- ¿Y el 'pinyol'?
- La historia de una amistad entre una gente con unas convicciones a prueba de bomba.
Categoría: Noticias
David Madí i Cendrós (Barcelona, 1971) es un tipo duro, pero todo el mundo tiene su corazoncito. El estratega de CDC y brazo derecho de Artur Mas no pudo aguantar el gesto cuando tras anunciar que abandonaba la política, el líder de CiU dijo de él que perdía a su colaborador “más próximo, más valioso y més estimat”. Eso fue por la mañana. Por la tarde Madí accedió a regañadientes a responder a las preguntas de La Vanguardia.
- ¿Por qué se va?
- Porque toca. He cumplido la misión que me había propuesto y ha llegado el momento de afrontar otros retos. Me voy además con la satisfacción del deber cumplido. Con la sensación de haber hecho todo lo que podía, de haberme vaciado, de haber dejado la piel como dicen los jugadores del Barça.
- ¿Adónde va?
- Tengo en mente proyectos de tipo empresarial, además de participar en proyectos que ya están en marcha y colaborar con algún negocio familiar.
- ¿Y un poco más explícito?
- No puedo serlo más ahora. Si le digo consultoría e inversiones tampoco se va a conformar.
- ¿Inversiones especulativas? ¿Se incorpora a eso que se llama los mercados y que están arruinando a este y a otros países?
- No milito en la Internacional Progresista Papanatas. Creo en la economía de mercado, pero mi destino está en la economía productiva.
- ¿Es usted un hombre de guerra que como algunos militares se aburren con la paz?
- No. El espíritu emprendedor y el sentimiento patriótico me viene de familia. Tenía decidido de hace tiempo dedicarme profesionalmente a la empresa privada. Si en 2006 hubiera gobernado CiU, la decisión la habría tomado entonces, pero consideré que huir en aquel momento era de cobardes. Hemos pasado años difíciles y momentos muy duros. Me voy tras el éxito de una obra colectiva que no habría sido posible llevar a cabo sin el esfuerzo y las convicciones de mucha gente.
- ¿Ahora viene lo fácil?
- Todo lo contrario. Le aseguro que los que van a gobernar ahora no lo van a tener nada fácil. Levantar el país en las actuales circunstancias es un reto colosal y habrá que quitarse el sombrero ante los que se atrevan a asumir una responsabilidad tan enorme.
- Es usted un precedente. Pocos se van de la política cuando pierden, pero nadie lo hace a la hora de repartir el botín...
- Aquí no hay ningún botín a repartir, sino un país por levantar y hacemos falta todos, desde el sector público y desde el mundo privado.
- Los liberales como usted nunca han tenido fe en lo público.
- Pues mire yo soy un liberal de cap a peus, y como tal siempre he combatido y combatiré ese discurso antipolítico que menosprecia el servicio público. No hay actividad más noble que la defensa de las propias convicciones al servicio del país.
- Usted ha vivido las miserias de la política desde la primera fila...
- A mi se me organizó una comisión de investigación para liquidarme por un asunto muy anterior a mi nombramiento. Dimití para neutralizar la ofensiva.
Fue muy duro. Y entonces hay quien dice que la política es sacrificio y yo digo que no. Que hay que estar agradecido siempre, porque incluso en los momentos más duros tienes la satisfacción de hacer aquello en lo que crees. Siempre es mejor creer que no creer y es mejor tomar partido que ver pasar la historia desde la indiferencia.
- ¿Se lleva algún rencor?
- Ninguno. A ver, yo no soy inocente en absoluto. Más allá de las discrepancias, siempre he respetado el talento de mis adversarios. Que el combate político sea duro es un elemento profundo de la democracia.
- Describa el momento político en el que decide irse.
- El proyecto político del nacionalismo catalán se ha consolidado, está más fuerte que nunca y en disposición de levantar el país.
- La independencia de Catalunya...
- Tarde o temprano no habrá otro camino.
- CiU ha resistido y en cambio han sucumbido todos los líderes del tripartito. ¿Por qué?
- Cuando un gobierno no comparte un proyecto se convierte en inviable. El tripartito no ha pasado de ser un frente anti-CiU. Rompieron unas ciertas reglas básicas no escritas. Una coalición de los que pierden es legal, pero, se diga lo que se diga, no es normal y se ha demostrado que no es buena. En 2003 fue el peor momento. No nos lo creíamos y no lo entendíamos.
- ¿Y su mejor momento?
- Será el 27 de diciembre, cuando Artur Mas tome posesión.
- ¿Son amigos?
- La complicidad, la lealtad y la estima que Artur Mas me ha demostrado siempre ha creado un vínculo imborrable. Mi agradecimiento es infinito.
De Pujol al 'pinyol' pasando por Zaragoza.
- Qué diría de...¿Jordi Pujol?
- Un maestro de patriotas.
- ¿Artur Mas?
- El mejor para guiar el país.
- ¿Duran Lleida?
- Un político de altura.
- ¿Pasqual Maragall?
- Pienso que erró con el tripartito, pero siempre le he reconocido su actitud antidogmática y un espíritu modernizador de la política que hace mucha falta.
- ¿José Montilla?
- Debo elogiar la dignidad con la que ha encajado la derrota, pero fue el hombre equivocado en el momento equivocado.
- ¿Zapatero?
- En el trato personal es magnífico, pero no tiene las ideas claras y un escaso sentido de la credibilidad.
- ¿Rajoy?
- No le he conocido personalmente.
- ¿Carod-Rovira?
- Estamos de celebración y cuando no puedes decir nada bueno de una personas es mejor no decir nada.
- ¿Puigcercós?
- Con toda cordialidad, espero y deseo que sepa entender el mensaje de los ciudadanos.
- ¿José Zaragoza?
- Un duro fajador. Un adversario tan duro como digno.
- ¿Felip Puig?
- Un compañero sin el cual no habríamos llegado.
- ¿Y el 'pinyol'?
- La historia de una amistad entre una gente con unas convicciones a prueba de bomba.
No hay comentarios :
Publicar un comentario